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A veces las casualidades no son tan casuales y son como telarañas formadas por una araña muy determinada a llevar a cabo una cierta causa. Exploremos las supuestas casualidades entre el fútbol, las drogas, la economía y la política en Colombia.

Sunday, April 29, 2012

El Ensayo Libre


Una receta para perder un partido de fútbol[1]

     Si usted quiere perder un partido de fútbol, es imprescindible que use los siguientes

ingredientes y que siga las instrucciones específicas de preparación adjuntas.

 Ingredientes

Una cancha
Una pelota
Dos porterías
Un equipo adversario
El encarcelamiento del arquero de su equipo
Amenazas contra sus jugadores
Un autogol contra su equipo

Preparación

La cancha: Para que la cancha tenga un color verde y vivo, hay que asegurarse de

que se prepara con las briznas de hierba de la altura apropiada. Tienen que ser bastante altas para que cubran la tierra y a la vez tienen que ser lo suficiente bajas para que no enlentezcan la pelota, la cual se define y se describe en el paso siguiente. La cancha se marcará con líneas blancas, que forman un rectángulo alrededor del césped y también marcan el área de castigo y la línea de medio campo.
La pelota: Para alcanzar la velocidad y la eficiencia máxima, la pelota precisa ser un círculo perfecto, con una superficie lisa.
Dos porterías: Dos porterías son necesarias en un partido de fútbol porque si sólo hubiera una, un equipo no tendría una para defender y el otro no tendría una para atacar. Las dos porterías estarán ubicadas en lados opuestos del rectángulo formado por las líneas blancas, en el centro de los lados más cortos de él.
El equipo adversario: Es obvio que se necesita un contrincante para perder un partido de fútbol. Jugarlo sin oponente sería como jugar ajedrez consigo mismo – puesto que usted es el que controla las piezas blancas y negras, usted gana, no obstante el resultado. Entonces, es muy recomendable que usted tenga un equipo adversario formado por sus jugadores más capaces para perder el partido.
El encarcelamiento de su arquero:
Para que su portero quede encarcelado, hay que mandarle a la cárcel por el acto de agradecerle personalmente a un narcotraficante famoso por haber creado muchas canchas de fútbol para los pobres. El portero tiene que hablar con los reporteros y decirles que es un amigo del narcotraficante, lo cual seguramente causará mucha ansiedad en el gobierno. Éste sin duda creará un buen pretexto como, por ejemplo, la complicidad en un secuestro, para encarcelar a su portero, aunque la razón verdadera para la detención es que no quiere ensuciar la imagen del equipo por permitir que alguien asociado con el narcotráfico juegue en el torneo. Se reemplazará el portero talentoso con otro que tal vez no sea tan hábil.
Amenazas contra sus jugadores:
Las intimidaciones deben ser mucho más graves e inminentes de las que los padres usan cuando desean que sus hijos coman sus verduras o que terminen con la comida entera antes de disfrutar del postre. Por ejemplo, dueños de los equipos regionales de fútbol pudieran decir que si un jugador clave que no sea de su propio equipo juega en el partido, matarán al equipo entero. Para evitar esto, usted sacará a ese jugador del partido para no poner en peligro las vidas de los demás. Debido a estas amenazas, unas preocupaciones psicológicas agobiarán a sus jugadores antes del partido y no podrán enfocarse tanto en él, lo cual perjudicará sus habilidades en la cancha.
Un autogol contra su propio equipo:
El capitán del equipo debe meter un autogol, sin querer. Se aconseja que suceda así: el delantero del otro equipo intentará meter un gol de lejos, el defensor desviará la pelota con la intención de dirigirla lejos de la portería, y el arquero no se dará cuenta de que la trayectoria de la pelota ha cambiado hasta que sea demasiado tarde para bloquear la pelota. Desafortunadamente (o afortunadamente, depende de sus intenciones, las cuales supongo que son perder el partido), la pelota entrará en la portería, y usted la mirará a cámara lenta, como si fuera un momento dramático en una película de acción.
Consejos finales
Cuando usted haya completado todos los pasos anteriores, el producto final debería parecer un pastel. Póngalo en el horno por cuarenta y cinco minutos, sáquelo por quince, y póngalo en el horno de nuevo por cuarenta y cinco minutos más. Cada partido precisa de un ganador y un perdedor, y siguiendo estos pasos, no cabe la menor duda de que usted perderá. 




[1] Esta receta se basa en el partido de fútbol entre los equipos colombiano y estadounidense en la Copa Mundial de 1994, cuando se eliminó la selección colombiana del torneo

Thursday, April 12, 2012

La exposición


La caída de Pablo Escobar
     Pablo Escobar, el gran capo de drogas del Cartel de Medellín en Colombia, no tuvo un final feliz como en las cuentas de hadas, sino que murió a los cuarenta y cuatro años “solo, abatido, en el tejado de una casa de un barrio popular” (RCN). ¿Qué atrocidades cometió Pablo Escobar durante su vida para que muriera de esta manera tan grotesca? Pues, la respuesta obvia sería que él estaba involucrado en el narcotráfico, el cual es un trabajo muy peligroso que a menudo da a la muerte. Sin embargo, la muerte de él fue mucho más complicada. Él tenía enemigos por todos lados, incluyendo miembros de otros carteles de drogas y de su propio cartel, los Estados Unidos y el gobierno de Colombia. Cuando uno tiene tantos adversarios, es casi inevitable que su reino vaya a terminar. Los carteles enemigos de drogas en Colombia, especialmente en Cali, miembros previos del cartel de Medellín y los gobiernos de los Estados Unidos y Colombia desempeñaron papeles importantes en la muerte de Pablo Escobar. No obstante, al fin y al cabo, Pablo Escobar mismo tiene la culpa por su muerte.
La hostilidad entre los carteles de drogas en Colombia
     La rivalidad más seria e intensa entre los carteles colombianos fue la del cartel de Medellín, dirigido por el capo Pablo Escobar, contra el cartel de Cali, dirigido por los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez. La animosidad entre ellos se convirtió en la violencia en muchos casos, y las dos historias siguientes demuestran su gravedad.
     Primero, en el año 1988, un socio del cartel de Cali (“el Piña”) que trabajaba para Pacho Herrera en Nueva York tuvo relaciones con la mujer de un empleado de Pablo Escobar. (López,  10).  Entonces, Pablo Escobar llamó a Herrera para mandar que le entregara el Piña por sus acciones, pero Herrera se negó. Según Pablo Escobar, “el que no está conmigo está en contra mía y por lo tanto es mi enemigo” (10). Por eso, Escobar llamó a los jefes del cartel para exigir que le entregaran Pacho Herrera además de El Piña. En vez de simplemente decirle que no iban a entregarle los hombres, los hermanos Rodríguez decidieron comunicar su respuesta por medio de un ataque en la casa de Pablo Escobar. En este ataque, hirieron a su familia y destruyeron sus pertenencias, lo cual causó una rabia muy fuerte en Escobar, quien se vengó por atacar la finca de Herrera durante un partido de fútbol (10).
     La segunda muestra de la tensión entre los dos carteles de drogas es el narco-fútbol, que se tipifica por el partido entre los equipos de fútbol Medellín y América de Cali en 1989. Pablo Escobar apoyaba al equipo de Medellín y los Rodríguez apoyaban al equipo de América de Cali. Éstos sobornaron al árbitro, Álvaro Ortega, para que decidiera a favor del equipo América de Cali (Zimbalist). Cuando América de Cali ganó el partido, Escobar mató a Ortega, solamente por haberle costado un partido de fútbol.
La animosidad entre los gobiernos estadounidense y colombiano hacia Pablo Escobar
     El gobierno de los Estados Unidos sabía del asunto del narcotráfico en Colombia hacía mucho tiempo, y también sabía que la gente estadounidense compraba mucha cocaína que venía de Colombia. Tom Cash, quien trabajaba por la DEA durante esa época, dijo que usar cocaína era tan banal como jugar golf hasta que el jugador famoso de baloncesto, Len Bias, se murió por un sobredosis de cocaína en 1986 (Zimbalist). Su muerte fue la gota que colmó el vaso – los Estados Unidos empezó el proceso de extradición de narcotráficos en Colombia, y su primer objetivo fue Pablo Escobar.
    Escobar intentó refugiarse en el gobierno colombiano. Se presentó como candidato para la Cámara de Representantes en 1982, y fue electo por causa del amor que la clase baja tenía por él (Los pobres lo amaban tanto porque él creó muchos barrios para ellos con canchas de fútbol, etc.) (Zimbalist) Esto le dio cuatro años de inmunidad parlamentaria, lo cual ocasionó un problema con el Ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, quien impulsaba la expulsión de Escobar de la Cámara de Representantes por ser “un narcotraficante con el propósito de derrumbar moralmente a la nación” (Zimbalist). Debido a la denunciación de Lara Bonilla,  Escobar fue expulsado de la Cámara, y él tomó represalias contra Lara Bonilla – este murió a manos del Cartel de Medellín en 1984 (López, 9). Otra muerte causada por la furia de Pablo Escobar fue la de Luis Carlos Galán en 1989 porque Galán había encabezado una campaña política en Colombia a favor de la extradición (Zimbalist). Por todo esto, los dos gobiernos, el de los Estados Unidos y el de Colombia, querían vengarse de Pablo Escobar.  
Pablo Escobar pierde seguidores: La creación de los Pepes
     Pablo Escobar tenía una falta de control dentro de su propio cartel. El momento más notable en que él perdió la confianza de sus partidarios era cuando mató a uno de sus seguidores por tener un conflicto con otro (López,15). Uno de ellos, Mario Castaño, le había robado dinero del otro, Fernando Galeano, y se lo había dado a Escobar. Galeano vino con otro hombre para quejarse del robo, pero Castaño argumentó que fue justo porque Galeano estaba mintiendo de cuánto dinero tenía y no daba nada al jefe del cartel. Entonces, Escobar decidió que Castaño tenía razón, y permitió que Castaño matara a los dos hombres (15). Esto causó mucha duda por parte de los seguidores de Escobar. Escobar mató a Galeano, un buen amigo…¿qué haría con ellos, que no tenían una amistad con él? Entonces, en el año de 1992, estos desertores del Cartel de Medellín, junto con el cartel de Cali crearon una organización llamada Los Pepes, o sea, Perseguidos por Pablo Escobar (18), quienes querían terminar el reino del capo de drogas tan poderoso a todo costo.

La muerte de Pablo Escobar
     Entonces, fue “Pablo contra Cali, Pablo contra el Gobierno, Pablo contra Estados Unidos…Pablo contra todo el mundo” (López, 17). Por sus acciones contra todas estas organizaciones, Escobar se hizo “el enemigo público número uno”, con un premio financiero establecido por su captura, sea muerto o vivo (Zimbalist). Finalmente, el 2 de diciembre de 1993, Pablo Escobar fue asesinado por el Bloque de Búsqueda, que fue formado por el gobierno de Colombia y las agencias de la DEA, el FBI y la CIA (RCN).
     Queda claro que la muerte de Pablo Escobar se le venía desde hacía mucho tiempo. Mató a muchas personas, maltrató a más y últimamente, creó demasiados enemigos para poder continuar viviendo en la manera en que vivía. El que es responsable por su muerte no son los Estados Unidos ni Colombia, ni los carteles de drogas ni los traidores del Cartel de Medellín, sino Pablo Escobar mismo, por haber sido tan descarado en crear tantos adversarios.
     
  
Obras Citadas
López, Andrés.  El cartel de los sapos. Botota: Planeta, 2008. Print.
Los dos Escobar. Dir. Zimbalist, J & M. ESPN, 2010. DVD.

Pablo Escobar: La muerte del capo. RCN televisión Colombia. 2008. Web. 

Monday, March 12, 2012

Ensayo de Reseñas y Comentarios


Los Dos Escobar
     Cuando se discute el tema de la ligazón entre el fútbol, la política, la economía y el narcotráfico en Colombia, es inevitable referirse a la historia de los dos Escobar y el documental al respecto, que une todos estos sectores de la cultura colombiana en una sola película. Por eso, para este ensayo de resúmenes y comentarios, he escogido analizar Los dos Escobar, un documental de los hermanos Zimbalist que se trata de Andrés y Pablo Escobar, aquél un futbolista entregado y éste un capo poderoso de drogas. Como representantes de los mundos supuestamente distintos del fútbol y de las drogas, sus destinos se entrecruzan, revelando el vínculo entre sí y también su vínculo con  asuntos sociales (como la política y la economía). Exploremos la historia contada en este documental y también el contenido de dos resúmenes de ello.
     Los estadounidenses Jeff y Michael Zimbalist son los directores del documental, y logran narrar breve y concisamente la relación entre los sectores anteriormente mencionados de la vida colombiana. Es impresionante que hayan creado este documental que cuenta la historia de muchos años de tensión sociopolítica en solamente dos horas.
     Han realizado este trabajo a través de recortes de video y entrevistas de la familia y los amigos de los dos hombres que juntos construyen la historia. Andrés Escobar había disfrutado del fútbol desde su niñez, y lo veía como una manera de transformar la sociedad. Era un hombre honesto y entregado a lo que hacía. Pablo Escobar era pobre de niño, y por eso se convirtió en un hombre que se parecía a “Robin Hood”, porque robaba a los ricos y daba a los pobres. Las dos historias se entrecruzaban con respecto al dinero que financiaba el fútbol. Los carteles de drogas invertían en varios equipos del fútbol y a su vez los partidos de fútbol servían para lavar el dinero. Pablo Escobar tenía un gran amor por el fútbol y, por eso, cuidaba de los futbolistas. Sin embargo, durante la Copa Mundial de 1994, los Estados Unidos intervino en la guerra entre los carteles de drogas y le mató a Pablo Escobar. Cuando Andrés Escobar metió un autogol, eliminando al equipo colombiano de la primera ronda, el país estaba en caos porque todos los narcotraficantes ya habían vuelto descontrolados porque desde la muerte de Pablo Escobar habían sido autónomos. Ya no había reglas para ellos, las que antes habían sido establecidas por Pablo Escobar. Últimamente, un miembro del cartel de drogas “Cali” mató a Andrés Escobar durante una noche trágica al final del documental. Para resumir, Los dos Escobar cuenta la historia de la esperanza de la gente colombiana de gozar de algún aspecto de la sociedad que no estuviera vinculado con la violencia del tráfico de cocaína (en este caso, el fútbol). Sin embargo, la esperanza que se ofrece al principio del documental se ha acabado para el final.
     El documental de los Zimbalist no es para expertos, sino para gente común porque no ofrece un análisis profundo de los factores sociopolíticos en Colombia. Cuenta la historia muy bien, pero solamente relata la superficie del asunto. Describe mucho, pero no profundamente y por eso, sirve como un resumen del asunto para la gente que no tiene idea de lo que ha ocurrido en Colombia. Su propósito es informar y entretener.
      Aunque el documental es una producción de ESPN, una fuente confiable, tiene sus limitaciones. Primero, lo hicieron estadounidenses y por lo tanto, es del punto de vista de alguien que no tiene mucha experiencia directa con el asunto. También, las entrevistas llevan prejuicios porque los que hablan tienen relaciones directas con Andrés Escobar, Pablo Escobar u otro cartel de drogas. Obviamente, estas personas van a tener una perspectiva parcial de lo que pasó por su relación con ellos .
      Ahora, hay que sintetizar los resúmenes del documental. El primero es de la página web del periódico español “El País” y se llama “Fútbol, droga y muerte en Colombia”. El autor, Borja Hermoso, empieza con una descripción del autogol de Andrés Escobar que le costó su vida. Después, ofrece un análisis de la película, argumentando que el documental “pone los pelos de punta”. Hermoso enfoca su reseña del documental en Pablo Escobar, denunciándolo por sus supuestas acciones “humanitarias”. A través de sus acciones políticas, de crear canchas de fútbol y por su apoyo al fútbol y a los pobres, llegó a ser amado por las clases populares y llegó a tener impunidad total de ser extradito por los Estados Unidos. Al final de la reseña, Borja Hermoso analiza la estructura del documental mismo. Habla de las entrevistas y la tesis del documental. Según él, la tesis de los hermanos Zimbalist es que a nadie le importaba el vínculo entre los carteles de drogas y el fútbol (aunque sí sabía la gente de ello) hasta que Andrés Escobar fue matado por ese mismo vínculo. Desde allí, se iba destruyendo la dependencia del fútbol en el dinero del narcotráfico, porque los narcotraficantes ya no podían continuar lavando dinero durante los partidos. Entonces, los equipos colombianos de fútbol no podían “disfrutar” del apoyo financiero de los carteles y tuvieron que empezar desde cero.
    Me parece que Borja Hermoso escribió este artículo para dar un breve resumen del documental para gente que está interesada en verlo. La fuente es bastante creíble, porque viene del sitio Web del periódico El País, pero a la vez es de un blogista (el sitio Web de El País tiene varias columnas, incluyendo una para blogistas, en la que se encuentra este artículo) e inevitablemente refleja la opinión del autor. La única crítica que tengo de esta fuente es que no contiene mucha información del argumento del documental.
    El último recurso que se analiza en este ensayo es “Andrés y Pablo Escobar: Vale la pena ver el documental?”, que fue escrito por Elsa Tobon, una colombiana que ahora vive en Nueva York, en la página web “Soy Periodista”. También es un resumen del documental, pero Tobon lo critica mucho más que la reseña anterior. En vez de ofrecer una reseña del documental, analiza varios aspectos de el, incluyendo las semejanzas entre Pablo y Andrés Escobar y los errores del documental. Entre las semejanzas, se destacan su amor por el fútbol, su crecimiento junto con el surgimiento y el desarrollo del narcotráfico, su muerte “a manos del narcotráfico” y la resonancia de su muerte. Los errores del documental que Tobon recalca son su visión sobre Pablo Escobar como un tipo de Robin Hood y la estigmatización de Colombia. Al contrario de la primera reseña, ésta ofrece una crítica de la película. Dice que mientras que los Zimbalist les engañaron a los que entrevistaron por no decirles que iban a comparar y contrastar Andrés y Pablo (que es una información que he encontrado en varias fuentes de la Red), vale la pena ver el documental. El asunto del narcotráfico no se limita a Colombia, sino que está presente en todo rincón del mundo. Elsa Tobon presenta el documental como una medida para inspirar la gente a tomar acción no necesariamente en contra de las drogas (como la guerra en contra de las), sino acciones alternativas como la legalización de drogas.
      “Soy periodista” es un sitio web en que cualquier persona se puede presentar como reportero. Elsa Tobon misma escribe en su blog que “Me falta mucho para ser una escritora y muchísimo más para merecer el título de periodista”. Por ello, es importante ser prudente en acreditar todo lo que dice. La audiencia principal de “Andrés y Pablo Escobar: Vale la pena ver el documental?” es gente que puede usar el documental como una medida de influir las políticas hacia las drogas a través del mundo. Esta gente puede ser poderosa, pero también podría ser gente común como tú y yo, porque movimientos políticos a gran escalas empiezan muchas veces con los ciudadanos. Esta fuente me va a ayudar más que la reseña de Borja Hermoso en futuros ensayos porque contiene más información, incluyendo información que va en contra de lo que contiene el documental. 

Friday, March 9, 2012

Pregunta de Opinión

Muchas veces los Estados Unidos interviene en asuntos de países extranjeros tales como el narcotráfico y las violaciones de derechos humanos. ¿Uds. piensan que los EE.UU. tiene derecho, o sea, debería, meterse en estos asuntos si es que ocurren en otros países? ¿Hay excepciones?

Wednesday, February 22, 2012

Ensayo Personal


“Casualidades” colombianas

     A veces me parece que las casualidades no son tan casuales y que son como telarañas

formadas por una araña muy determinada a llevar a cabo una cierta causa. Por ejemplo,

al pensar superficialmente en qué podrían tener en común los hombres colombianos Pablo Escobar y Andrés Escobar, uno podría decir que posiblemente fueran hermanos o que al azar compartieran el mismo apellido. No obstante, el hecho de que ellos tenían el mismo apellido solamente fue un microcosmo del embrollado destino que ellos compartieron. La historia de los dos hombres fue intricadamente tejada, llena de casualidades, tristezas, momentos felices y momentos penosos. Michael y Jeff Zimbalist reconstruyen esta historia complicada en su documental, “Los Dos Escobar”.
     Entonces, ¿Por qué me interesa este tema que parece tan ajeno a una chica estadounidense de diecinueve años que nunca ha experimentado circunstancias sociopolíticas parecidas a las de Colombia? Vi el documental de los hermanos Zimbalist durante una noche de cine ofrecida por el Club del Español el semestre pasado, y me enganchó por algunas razones. Primero, fue la primera vez que aprendí de la ligazón compleja entre el fútbol, la economía, la política y los carteles de drogas en Colombia. Al ser humano le gustan las novedades. Segundo, jugué el fútbol durante el colegio y por eso me apetece aprender de la historia de ello en distintos países. Finalmente, siempre me han interesado los vínculos no aparentes entre acontecimientos que parecen absolutamente separados. Entonces, ¿Por qué fue tan fuerte mi reacción al documental que ahora tengo ganas de pasar un semestre entero investigando más a fondo su tema principal?
     No cabe la menor duda de que hay que brevemente (y digo “brevemente” en serio porque lo que sigue es una enorme reducción del asunto) resumir la historia antes de explicar mis sentimientos y opiniones. Pablo Escobar fue un líder del cartel de drogas colombiano “Medellín”, que en parte financiaba el equipo nacional del fútbol, por el cual jugaba el futbolista Andrés Escobar. Cuando el equipo ganaba, había celebraciones, pero cuando el equipo perdía, había repercusiones graves, incluso castigos físicos que llegaron aún hasta la muerte. Los Estados Unidos intervino en el asunto a eso de la época de la Copa Mundial del 1994. Sus fuerzas armadas mataron a Pablo Escobar, lo cual instigó una reacción en cadena que resultó en la muerte de Andrés Escobar después de su gol en contra de su propio equipo. Después de enterarme de esta historia, me quedé sorprendida y atemorizada de que algo tan horrible pudiera acontecer. Me tengo que preguntar: ¿Cómo es que el fútbol, que representa una gran pasión de la gente, puede convertirse en este deporte tan contradictorio, lleno de esperanza y emoción pero a la vez tan vinculado a la violencia y la muerte?
     Ahora me toca explicar exactamente qué deseo aprender a través del semestre. Pretendo aprender más de los procesos que hicieron posibles todas las supuestas casualidades entre distintos sectores colombianos. Por eso, planeo investigar más sobre algunos temas específicos, incluyendo Pablo Escobar y los carteles de drogas, el involucramiento de los Estados Unidos y la historia de Andrés Escobar. Con todo eso, me gustaría entender exactamente cómo se relacionan las drogas, la política, el fútbol y la economía, porque todo tiene una explicación – para mí, no existen las casualidades.